Desde el primer contacto que tenemos con la placa Arduino Uno® nos damos cuenta que este «cacharrito» tiene una potencia que supera con creces todas las expectativas que nos habíamos puesto. Pues bien, en esta entrada no sólo vamos a darnos cuenta que todo lo que llevábamos descubierto sobre esta placa era el principio, sino que podremos dejar de lado el mundo del hobby con el que normalmente estaba relacionado Arduino para adentrarnos en el diseño de sistemas electrónicos profesionales, además de ahorrar en dinero por cada proyecto que hagamos. Bueno, vamos al lío:
Para sacarle todo el jugo a nuestra placa Arduino Uno® vamos a centrarnos en su microcontrolador principal, el ATMEGA328P-PU:
Este microcontrolador es capaz, una vez hayamos grabado el programa en él, de ejecutar su programa sin necesidad de estar conectado a la placa Arduino. ¿Qué supone esto? Pues que una vez hayamos terminado de diseñar los prototipos de nuestros proyectos podremos implementarlos sin necesidad de utilizar toda la placa, a todo esto se suma la profesionalidad que ofrece el presentar un proyecto sin la placa a rastras, que además nos permitirá mantenerlo montado permanentemente sin necesidad de volver a comprar otra placa, solo necesitaríamos otro microcontrolador que sustituir en ésta, que nos permitirá ahorrar tanto tiempo, al no tener necesidad de desmontar el proyecto; como dinero, sustituyendo un gasto aproximado de 20€ en la placa por proyecto permanente por uno de 5€.
Dada esta introducción del microcontrolador, vamos a ver qué componentes añadiríamos a cualquiera de nuestros proyectos.
Material
-1 Protoboard o placa de prototipos PCB.
-1 Placa Arduino UNO® R3.
-1 ATMEGA328P-PU con bootloader.
-1 Cristal de 16MHz.
-2 Condensadores de 22pF
-1 Resistencia de 10kΩ.
-1 Pulsador N/O.